¿Acaso el guardado silencio de la montaña
devuelve a las multitudes atrincheradas
un sol poco comprometido con la vida terrestre?
Avalancha de ceniza ardiendo,
¡Oh, Vesubio!
Desmayas,
los pulmones se llenan de asfixia,
expiras humos explosivos
con besos de lava piroplástica…
Los viajes nadando sobre su pecho.
El bello paisaje vale la vida.
¿Cuánto
puede resistir
un músculo bajo presión?
El látigo de la voz encendida chispea
levemente
un dolor con nombre.
Los poros encrespados chirrían el miedo
humano.
Colérica,
la demencia se apodera. Brota y estalla.
La piel es grito silente.
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